Utilizar préstamos personales tiene ventajas sobre otras formas de crédito. Pero al igual que cualquier otro instrumento financiero, es fundamental entender cómo funcionan.
Si dispone de tiempo, puede que sea más sensato ahorrar dinero para una ocasión o compra importante que pedir un préstamo personal. En última instancia, ahorrará dinero al evitar las cuotas y pagos mensuales, además de los intereses.
Los préstamos personales sin garantía no requieren aval, a diferencia de las hipotecas o los préstamos para automóviles, que están respaldados por el bien adquirido. Por ello, los tipos de interés pueden diferir significativamente e incluso superar los de un préstamo garantizado.
Algunos prestamistas también pueden imponer comisiones de apertura y solicitud, así como penalizaciones por pago anticipado, además de los intereses. Antes de firmar, asegúrese de que comprende todas las condiciones del préstamo.
Como cualquier otro préstamo, este puede elevar su ratio deuda-ingresos, lo que puede repercutir en su capacidad futura de endeudamiento o dar lugar a tipos de interés más altos en cualquier préstamo que solicite.
¿Cuándo está bien pedir un préstamo personal?
Ahora que ya lo sabe, ¿cuándo debería utilizar un préstamo personal en su kit de herramientas financieras? Éstas son sólo algunas de las numerosas opciones:
- Saldar deudas de tarjetas de crédito: Los tipos de interés de las tarjetas de crédito suelen ser más altos que los de los préstamos personales. La cuota mensual de su préstamo será a menudo menor si solicita un préstamo personal y utiliza el dinero para saldar la deuda de su tarjeta de crédito. Además, pagará menos intereses.
- Mejoras en la casa: ¿La cocina parece anticuada? ¿Necesita mantenimiento el tejado? Es muy probable que estas mejoras aumenten el valor total de su casa. Si es así, un préstamo personal de corta duración puede ser una buena inversión a largo plazo.